El grupo de amenazas Static Tundra, vinculado al servicio de seguridad ruso FSB, ha estado llevando a cabo una prolongada campaña de ciberespionaje. Según un informe de Cisco Talos, este grupo, que opera desde hace más de una década, se especializa en comprometer dispositivos de red para facilitar la recopilación de inteligencia a largo plazo. Su principal objetivo es extraer datos de configuración de sistemas Cisco IOS que no han sido actualizados y que han llegado al final de su vida útil.
Static Tundra se considera un subgrupo del actor de amenazas más amplio conocido como Energetic Bear. Utiliza tácticas avanzadas que incluyen la implementación de SYNful Knock, un implante de firmware detectado por primera vez en 2015. La sofisticación de sus operaciones reside en su capacidad para mantener un acceso no detectado durante años, adaptándose para atacar a organizaciones de interés estratégico para el gobierno ruso en los sectores de telecomunicaciones, educación superior y manufactura, en regiones como América del Norte, Asia, África y Europa. Los ataques se han intensificado notablemente contra entidades ucranianas desde el inicio del conflicto con Rusia.
Explotación de vulnerabilidades heredadas
En el centro de las operaciones de Static Tundra se encuentra la explotación de CVE-2018-0171, una vulnerabilidad de ejecución remota de código en la función Smart Install de Cisco. Aunque fue parcheada en 2018, esta vulnerabilidad aún afecta a muchos dispositivos antiguos.
El grupo utiliza herramientas personalizadas, posiblemente basadas en servicios de escaneo de código abierto como Shodan o Censys, para automatizar la explotación. El acceso inicial se logra activando la vulnerabilidad para habilitar un servidor TFTP local, permitiendo la exfiltración de configuraciones que revelan credenciales y cadenas de la comunidad SNMP, lo que facilita una infiltración más profunda. Para lograr la persistencia en la red, Static Tundra aprovecha cuentas locales privilegiadas, cadenas SNMP comprometidas y el implante SYNful Knock, que inyecta código malicioso en el firmware de los dispositivos.
Para evadir la detección, alteran la configuración de TACACS+ para interrumpir los registros y modifican las listas de control de acceso (ACL) para permitir el tráfico desde sus direcciones IP. La recolección de datos se realiza a través de túneles GRE y la exfiltración a través de protocolos como TFTP, FTP o SNMP.
Implicaciones y recomendaciones para la seguridad
Esta campaña subraya una tendencia creciente entre los actores de amenazas patrocinados por el Estado, quienes se enfocan en comprometer dispositivos de red para obtener una perspectiva estratégica de la infraestructura global. La adaptabilidad de Static Tundra, alineada con las prioridades geopolíticas de Rusia, destaca los riesgos de descuidar el hardware obsoleto.
Se recomienda a las organizaciones tomar las siguientes medidas:
- Priorizar la aplicación de parches para CVE-2018-0171.
- Deshabilitar la instalación inteligente en sistemas que no puedan ser parchados.
- Adoptar medidas de seguridad estrictas, como el uso de contraseñas sólidas, el cifrado SNMPv3 y la autenticación multifactor.
- Implementar un monitoreo continuo que incluya auditorías de registros y el perfilado de tráfico para detectar anomalías.
Finalmente, se aconseja el uso de scripts de detección para SYNful Knock y la adhesión a mejores prácticas de ciberseguridad, como las actualizaciones agresivas, la segmentación de la red y el uso de protocolos de gestión cifrados, para contrarrestar operaciones similares de actores avanzados.