Ingeniero de Silicon Valley se declara culpable en caso de robo de datos de detección de misiles en EE. UU.

Un ingeniero de Silicon Valley con doble ciudadanía estadounidense y china se ha declarado culpable de robar tecnologías de defensa críticas valoradas en cientos de millones de dólares. Estas incluyen sistemas clasificados diseñados para detectar lanzamientos de misiles nucleares y rastrear armas hipersónicas. Este caso pone de manifiesto las crecientes preocupaciones sobre el espionaje económico y la transferencia de tecnología a adversarios extranjeros.

Ingeniero Admite Robo Masivo de Datos

Chenguang Gong, de 59 años y residente en San José, se declaró culpable de un cargo de robo de secretos comerciales en un tribunal federal, culminando una importante investigación de contrainteligencia. El exingeniero permanece en libertad bajo fianza de $1.75 millones a la espera de su sentencia, programada para el 29 de septiembre, donde podría enfrentar hasta 10 años de prisión federal.

Durante su breve paso por una empresa de investigación y desarrollo en el área de Los Ángeles en 2023, Gong transfirió sistemáticamente más de 3,600 archivos confidenciales a dispositivos de almacenamiento personales. La información robada incluía planos de sofisticados sensores infrarrojos para sistemas de detección de misiles espaciales y tecnologías de contramedidas para aviones militares. Los archivos comprometidos contenían diseños patentados de circuitos integrados de lectura (ROICs), que permiten a los sistemas espaciales detectar lanzamientos de misiles nucleares y rastrear misiles balísticos e hipersónicos.

Además, Gong sustrajo planos de sensores que permiten a los aviones de combate estadounidenses detectar misiles entrantes que buscan calor y desplegar contramedidas electrónicas, incluyendo sistemas capaces de interferir los sistemas de guía de misiles.

Documentos judiciales revelan que Gong comenzó a transferir archivos el 30 de marzo de 2023 y continuó hasta su despido el 26 de abril de 2023. De manera significativa, más de 1,800 archivos fueron robados después de que Gong ya había aceptado empleo en uno de los principales competidores de su empresa, lo que sugiere un espionaje corporativo premeditado.

Vínculos con Programas de Talento Chinos

La investigación descubrió la amplia participación de Gong en programas de reclutamiento de talentos patrocinados por el gobierno de China entre 2014 y 2022. Estos programas, administrados por la República Popular China, se enfocan específicamente en individuos con experiencia en ciencias y tecnologías avanzadas para mejorar las capacidades militares del país.

En múltiples solicitudes a estos programas, Gong propuso desarrollar tecnologías militares de alto rendimiento, incluyendo convertidores analógico-digitales para sistemas de radar y sensores de visión nocturna para aplicaciones militares. En un correo electrónico de 2019, traducido del chino, Gong reconoció haber asumido riesgos al participar en estos programas mientras trabajaba en empresas de defensa estadounidenses, y expresó su deseo de contribuir a los «circuitos integrados militares de alta gama» de China.

Este caso representa parte de un patrón más amplio de robo de tecnología dirigido a contratistas de defensa estadounidenses. Las tecnologías robadas estaban marcadas con varias clasificaciones de seguridad, incluyendo «SÓLO PARA USO OFICIAL» y «EXPORTACIÓN CONTROLADA», lo que subraya su naturaleza sensible y sus posibles implicaciones para la seguridad nacional.

Impacto y Esfuerzos de Seguridad

Los fiscales federales estiman que la pérdida económica directa por la conducta de Gong supera los $3.5 millones, aunque el valor estratégico de las tecnologías comprometidas es, con toda probabilidad, mucho mayor. La investigación fue llevada a cabo por las oficinas del FBI en Los Ángeles y San Francisco, en colaboración con el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado y las Investigaciones de Seguridad Nacional.

Este procesamiento resalta los desafíos continuos que enfrentan las empresas de tecnología y los contratistas de defensa estadounidenses para proteger innovaciones críticas de las operaciones de inteligencia extranjeras y los esfuerzos de espionaje económico.