Una vulnerabilidad recientemente revelada en el comando de lectura del cargador de arranque GRUB2 (CVE-2025-0690) ha generado preocupaciones sobre posibles omisiones de arranque seguro y corrupción de la memoria del montón en los sistemas Linux.
Red Hat Product Security califica esta falla de desbordamiento de enteros como moderadamente grave. Podría permitir a atacantes con acceso físico y privilegios elevados ejecutar código arbitrario o socavar las protecciones de arranque seguro.
La vulnerabilidad se origina en el manejo de entrada del teclado de GRUB2 mediante su comando de lectura. El comando almacena la longitud de entrada en una variable entera de 32 bits al procesar la entrada del usuario.
Durante la re-asignación iterativa del búfer, valores de entrada tremendos pueden provocar que este entero se desborde, lo que desencadena una escritura fuera de límites en un búfer basado en montón.
Esta corrupción de la memoria podría desestabilizar las estructuras de datos internas de GRUB, creando oportunidades para subvertir el proceso de verificación de firmas de Secure Boot, una defensa crítica contra sistemas operativos no autorizados o malware a nivel de kernel.
La puntuación CVSS v3.1 de Red Hat (6.1) refleja las limitaciones del ataque: requiere acceso físico, altos privilegios e interacción del usuario.
Sin embargo, una explotación exitosa podría otorgar control total sobre el proceso de arranque, comprometiendo la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad.
La debilidad encadena CWE-190 (desbordamiento de enteros) a CWE-787 (escritura fuera de límites), lo que permite escenarios que van desde fallas por denegación de servicio hasta ejecución de código arbitrario.
Sistemas afectados y estado del parche
La vulnerabilidad afecta:
- Red Hat Enterprise Linux (RHEL) 9 (paquete grub2)
- Red Hat OpenShift Container Platform 4 (componente rhcos)
Los sistemas heredados como RHEL 7 y 8 siguen siendo teóricamente vulnerables, pero ya no están dentro del alcance del soporte de Red Hat.
En particular, todas las versiones de paquetes anteriores en los flujos de productos afectados deben considerarse en riesgo hasta que se descarten explícitamente.
A partir de febrero de 2025, no hay disponibles mitigaciones que cumplan con los criterios de implementación de Red Hat en cuanto a estabilidad, escalabilidad y facilidad de uso. Mientras esperan parches, los administradores de sistemas deben sopesar los controles de acceso físico con los requisitos operativos.
Secure Boot se basa en la verificación criptográfica de los componentes de arranque para evitar la ejecución de código no autorizado. Al explotar esta falla, los atacantes podrían:
- Sobrescriba las estructuras de memoria de GRUB para cargar kernels o gestores de arranque sin firmar
- Omitir las comprobaciones de firmas corrompiendo las rutinas de validación
- Establecer puntos de apoyo persistentes antes de la inicialización del sistema operativo
Si bien la complejidad del ataque es alta, hay mucho en juego en entornos compartidos o de alta seguridad donde se pueden eludir las barreras de acceso físico.
Red Hat enfatiza que la explotación probablemente involucraría ataques de múltiples etapas que combinan ingeniería social y escalada de privilegios.
Los investigadores de ciberseguridad destacan paralelismos con BootHole (2020), otra falla de GRUB2 que comprometió el arranque seguro. Sin embargo, la dependencia de CVE-2025-0690 del acceso físico reduce su potencial de ataque remoto.
Mitigaciones
Esta vulnerabilidad subraya los desafíos persistentes en la seguridad del gestor de arranque:
- Complejidades de la gestión del montón en software de sistema de bajo nivel
- El código heredado corre riesgos a medida que GRUB2 evoluciona para admitir UEFI y hardware moderno
- Vulnerabilidades de la cadena de confianza bajo las protecciones del sistema operativo
Según el aviso, la comunidad Linux enfrenta una presión renovada para acelerar el desarrollo de cargadores de arranque seguros para la memoria como las alternativas basadas en Rust, aunque los plazos de migración siguen siendo inciertos.
A medida que los ataques a nivel de firmware se vuelven más sofisticados, esta falla sirve como recordatorio de que los procesos de arranque seguro exigen un escrutinio continuo, incluso en proyectos maduros de código abierto.